Punto Fijo es la ciudad más importante de la Península de Paraguaná y uno de los centros urbanos más representativos del estado Falcón. Ubicada al suroeste de la península, es capital del municipio Carirubana y forma un área metropolitana que abarca las parroquias Norte, Carirubana, Punta Cardón y Judibana. En conjunto, supera los 270.000 habitantes, convirtiéndose en una de las zonas más pobladas y dinámicas del occidente venezolano.

Aunque hoy es un núcleo urbano vibrante, durante años fue conocida como “el caserío más grande del mundo”; una comunidad enorme, activa y en crecimiento, pero sin personalidad jurídica propia. Esta situación cambió oficialmente el 27 de febrero de 1970, cuando la Asamblea Legislativa del estado Falcón la instituyó como ciudad bajo el nombre de Distrito Carirubana. A partir de ese día, cada 27 de febrero se celebra el Día de Punto Fijo.

La ciudad se encuentra a una altitud promedio de 29 metros sobre el nivel del mar y su historia reciente está estrechamente vinculada a la industria petrolera. Punto Fijo comenzó a tomar forma en la década de 1940, cerca de las operaciones de la refinería establecida por la Standard Oil. Su verdadero impulso económico se originó en 1924, cuando la compañía Gulf Oil construyó un muelle de 1.445 metros destinado a la carga de supertanqueros. En ese entonces, la zona era conocida como “cerro arriba”, ya que Punta Fijo se ubicaba ligeramente más elevada que las costas vecinas de Las Piedras y Carirubana.

Sin embargo, fue en 1945 cuando la Creole Petroleum Corporation y Shell recibieron autorización para desarrollar una refinería en la zona; este hecho marcó un antes y un después en el crecimiento urbano, económico y social de la región. Con la instalación de estas operaciones petroleras, Punto Fijo se consolidó como una de las ciudades más jóvenes y dinámicas del país.

El origen del nombre “Punto Fijo” tiene un matiz anecdótico y profundamente humano. Rafael González Estaba, oriundo de Margarita, frecuentaba la casa de Leocadia Pulgar en “cerro arriba”. Sus amigos solían bromear diciendo que siempre estaba en “su punto fijo”. Con el tiempo, esa expresión se convirtió en el nombre oficial de la ciudad; un ejemplo de cómo la cultura oral puede dar forma a la identidad de un pueblo.

El crecimiento acelerado del caserío fue tal que llegó a contar con emisoras de radio, periódicos como el Diario Médano, escuelas primarias y centros educativos de bachillerato. Incluso, en 1959 recibió uno de los núcleos de la Universidad del Zulia, lo que reafirmó su avance como centro académico y urbano. Esta expansión motivó a la Cámara de Comercio de Paraguaná a impulsar la oficialización del distrito, proceso que culminó en enero de 1970 con la firma del decreto por parte del gobernador Ramón Antonio Medina.

Ese mismo año se designó a la Junta Administradora del Distrito Carirubana y al primer cronista de la ciudad, el propio Rafael González Estaba, quien contribuyó a documentar los orígenes de Punto Fijo junto a muchos habitantes de la época.

Hoy en día, Punto Fijo es un punto neurálgico del comercio, la cultura y la vida moderna en Paraguaná. Sus centros comerciales, urbanizaciones amplias, actividades industriales y su papel como ciudad soporte del Centro Refinador Paraguaná la convierten en un destino clave para entender la región.

En Venaventours.com seguimos destacando las ciudades que narran la historia y la identidad de nuestro país; y Punto Fijo es un capítulo fundamental dentro del mosaico cultural de Venezuela.