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789 Inner Lane, Holy park, California, USA

En Venaventours.com creemos que el turismo, cuando se vive con propósito, puede ser una poderosa herramienta para transformar vidas. Por eso, hemos decidido alinear nuestro trabajo con un llamado más grande: el amor al prójimo.

Nos sentimos profundamente honrados de apoyar a la Fundación Calles de Oro y Mar de Cristal, una organización venezolana sin fines de lucro que se dedica con pasión a rescatar niños en situación de calle y pobreza extrema. Su labor no solo ofrece alimento y refugio, sino también formación pedagógica, académica, psicológica, humana y espiritual.

Su misión es clara: prevenir la deserción escolar, el abandono familiar y las conductas que ponen en riesgo la vida de los más vulnerables. A través de programas profundamente inspirados en la palabra de Dios, esta fundación forma hombres y mujeres con valores firmes, capaces de construir un futuro bendecido.

Por eso, desde Venaventours.com, destinamos el 10% de cada plan contratado directamente a esta obra maravillosa. De esta manera, cada cliente que se une a nuestra comunidad, también se convierte en parte activa de esta misión de esperanza, fe y restauración.

“El que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” – Marcos 9:37

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LAS HAMACAS DE TINTORERO

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LAS HAMACAS DE TINTOREROTintorero Estado LaraEl primer paso en el desarrollo del tejido debió inspirarse en la observación de una modalidad del comportamiento animal, como la confección de nidos y otros refugios "tejidos". A esto se unió el ingenio del hombre, puesto en la satisfacción de sus necesidades básicas, como protegerse del sol, del viento o de la lluvia. Sin embargo, cualquier afirmación sobre los orígenes del tejido es difícil de sustentar, pues la humedad y acidez de la tierra dificultan la sobre vivencia de productos textiles en condiciones que no sean ideales. Las evidencias arqueológicas de su existencia sólo se encuentran en lugares sumamente secos o áridos.Aunque en nuestro país no se hayan encontrado gran muestras de tejidos arqueológicos, sabemos de su existencia por el hallazgo de instrumentos de trabajo tales como agujas de hueso y piedras horadadas, que sirvieron de volantes de huso para el hilado del algodón, ampliamente cultivado en muchas regiones del país, según se lee en las anotaciones de escritores, cronistas y viajeros, quienes atestiguaron la variedad de sus usos y técnicas de manufactura.

Así mismo, la milenaria observación de sustancias tintóreas da cuenta de una suerte de química muy antigua, destinada a colorear los hilos que conformaban trama y urdimbre de telares rudimentarios. En los que nuestros indígenas confeccionaron mantos, chinchorros y otros géneros textiles.Por esto, muy pronto introdujeron los complejos telares europeos de lizos y pedales, y el uso de lana de ovejas traídos de Castillo. Entre 1546 y 1549, Juan Pérez de Tolosa, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, fundó la primera industria de telares y tejidos en la ciudad de El Tocuyo, en el hoy estado Lara.